Indecente
España es un país
indecente.
¿Por qué indecente?
¿Qué es ser indecente?
Indecente según la
RAE: “Falta de decencia”
¿Qué es la decencia?
Decencia según la RAE:”Honesto,
justo, debido, digno, que obra dignamente, de buena calidad o cantidad
suficiente….”
¿Se puede decir entonces
que España toda es un país indecente?
Bien, eso sería una
prejuicio generalizado que abarcando a más de cuarenta y dos millones de
personas de las más distintas nacionalidades, raíces y costumbres daría una
pobre definición carente de realidad.
Pero si nos referimos a su imagen
reflejada a través de las acciones de sus representantes gubernamentales, esta
definición podría verse con mayor justeza….aunque también hay que contemplar
quién lee el juicio.
Porque si lo es un
lobbysta el que recibe el concepto de “Indecente”, él puede ver una oportunidad
de negocio por demás de fructífero para sus bolsillos. Igual podría pensar un
banquero, un político, e incluso un actor de los llamados enlaces
religioso-político de esos que se mueven en las sombras mismas del poder,
soplando con la fuerza de un tifón para que determinadas leyes y prebendas
estén de parte de facciones eclesiásticas enquistadas en el gobierno mundial
desde el comienzo de los tiempos.
En síntesis, todo
aquel que esté ligado de un modo u otro a las esferas de poder, verán en la “Indecencia”,
oportunidades y licencias de actuación para beneficio de sus intereses.
Solo el pueblo, la
supuesta “vox populi vox dei” es quién verá y juzgará con la ley en una mano y
la moral en la otra, que la “Indecencia” es un mal que debe ser proscripto; que
todo aquel que caiga en sus garras debe ser juzgado y condenado pidiéndole la
restitución de los daños ocasionados a la sociedad engañada.
Solo el pueblo, los
supuestos empleadores de los mayordomos de turno que deben gobernar
administrando un país, comprenden y creen que la “Indecencia” es algo repulsivo
y que debe ser defenestrado de la sociedad para que esta evolucione.
Pero ¿qué es el pueblo
para quienes habiendo usurpado los ámbitos del poder, se creen con la
asignación de por vida de ser dueños y señores del pueblo que dicen con descaro
“Les ha elegido”?
Entonces me vuelvo a
preguntar cómo millones de veces a lo largo de mis casi sesenta años, ¿somos
sado-masoquistas por excelencia los humanos?, ¿nos agrada ser sometidos para
luego poder quejarnos, doloridos y oprimidos, sangrantes y esquilmados, hambreados y expoliados,
lamentarnos por todo el mundo gritar que nos dominan a látigo y espada,
mientras no somos capaces de comprender que es nuestra propia decisión la que
sostiene el sistema dictatorial?, ¿es que somos tan estúpidos o estamos enfermos
y nos odiamos a nosotros mismos tanto?....
Recuerdo que era
adolescente, recién aprendiendo las reglas de juego de la sociedad cuando estas
preguntas surgieron en mí.
Tengo la cabeza llena
de canas y la piel comienza a mostrar arrugas ya, ¿habrá quién me responda por
favor?; es que va quedando poco tiempo, comprende……
Querido amigo, creo que nuestro gran problema surge no solo de una característica que desarrollamos conforme van pasando los años, sino de varias según mi opinión y que te expongo:
ResponderEliminar- tenemos la creencia de que no podemos conseguir cambiar nada
- somos muy individualistas (e interesados)
- cuando comenzamos algo que empieza a dar frutos, enseguida aparecen los tiburones, que surgen del propio grupo
- no queremos mojarnos en nada que cueste un esfuerzo por el que no se percibe remuneración
- el refrán de "más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer" está muy asentado en muchos
- el conformismo y la comodidad hacen el resto
- cuando alguien despunta con ilusión, fuerza, empuje y ganas de cambiar algo, el grupo al completo se le suele echar al cuello. No nos agrada estar "así" pero el que alguien sea "superior o más valiente" lo toleramos todavía menos.
Quede dicho que son opiniones y por tanto no tiene que ser en absoluto compartida, pero quería responderte.
Un abrazo enorme, Diana