Mente, Corazón y Espíritu. Buscando el Alma.


 Traducción de una nota sobre los descubrimientos en neurocardiología.
El corazón, mente y espíritu
El profesor Mohamed Omar Salem
Introducción
El concepto de la mente es de vital importancia para los psiquiatras y psicólogos. Sin embargo, poca atención se ha prestado en los libros de texto más formal para este tema tan importante, que suele ser estudiado en la sección de "Filosofía los aspectos de la psiquiatría / psicología”. El psiquiatra practicante, debe tener algún modelo de trabajo de la mente para ayudarle a entender los problemas de su paciente (Salem, 2004). En esta revisión se analizan algunos aspectos de los componentes de la mente, que es sólo un paso en un largo camino.


En muchas culturas a lo largo de la historia, el corazón se ha considerado la fuente de las emociones, la pasión y la sabiduría. Además, las personas utilizan para sentir que han experimentado el sentimiento o sensación de amor y otros estados emocionales en el área del corazón. Sin embargo, en el pasado, los científicos destacaron el papel del cerebro en la cabeza como responsables de tales experiencias. Curiosamente, los últimos estudios han explorado los mecanismos fisiológicos por los cuales el corazón se comunica con el cerebro, lo que influye en el procesamiento de información, percepciones, las emociones y la salud. Estos estudios proporcionan la base científica para explicar cómo y por qué el corazón afecta a la claridad mental, creatividad y el equilibrio emocional. En esta revisión, voy a tratar de resumir e integrar el interés y resultados en esta área.
Corazón y las emociones
Es sabido por mucho tiempo que los cambios en las emociones van acompañados de predecibles cambios en la frecuencia cardiaca, presión arterial, respiración y digestión. Así que, cuando estos se despiertan, la división simpática del sistema nervioso autónomo nos energiza para luchar o huir, y en tiempos más tranquilos, el parasimpático componente nos enfría. En este punto de vista, se suponía que el sistema autónomo nervioso y las respuestas fisiológicas se trasladaban de común acuerdo con la  respuesta del cerebro a un estímulo determinado (Rein, Atkinson, et al, 1995).
El corazón y el cerebro
Sin embargo, tras varios años de investigación, se observó que, el corazón se comunica con el cerebro de maneras que afectan de manera significativa la forma en que se percibe y reacciona ante el mundo. Se encontró que, el corazón parecía tener su propia lógica peculiar que con frecuencia se separaba de la dirección autonómica del sistema nervioso. El corazón parecía ser quién enviaba mensajes significativos al cerebro que no sólo entendía, sino que también obedecía (Lacey y Lacey, 1978).
Más tarde, los neurofisiólogos descubrieron una vía neural y el mecanismo por el cual se entraba desde el corazón hasta el cerebro para inhibir o facilitar la actividad eléctrica de la actividad del encéfalo (McCraty, 2002)

El cerebro en el corazón:
Después de extensas investigaciones, Armour (1994) introdujo el concepto de"cerebro y corazón funcional”. Su trabajo reveló que el corazón tiene un complejo intrínseco sistema nervioso que es lo suficientemente sofisticado como para ser calificado de un "pequeño cerebro" en su derecho propio. El cerebro del corazón es una intrincada red de varios tipos de neuronas, neurotransmisores, proteínas y células de apoyo similares a los encontrados en el cerebro propiamente dicho. Sus circuitos elaborados le permite actuar con independencia del cerebro propiamente dicho para aprender, recordar, e incluso sentir y percibir. El sistema nervioso del corazón contiene alrededor de 40.000 neuronas, llamadas axones sensoriales (Armour, 1991).
Informaciónes del corazón (incluyendo sensaciones) se envían al cerebro a través de varias vías aferentes. Estas vías nerviosas aferentes entran en el cerebro en el área de la médula, y en cascada hasta en los centros superiores del cerebro, donde pueden influir en la percepción, la toma de decisiones y otros procesos cognitivos. (Armour, 2004).
Por lo tanto, se reveló que el corazón tiene su propio sistema nervioso intrínseco que opera y procesa la información independientemente del cerebro y del sistema nervioso. Esto es lo que permite en un trasplante de corazón el trabajo. Normalmente, el corazón se comunica con el cerebro a través de las fibras nerviosas que atraviesan el nervio vago y la columna vertebral. En un trasplante de corazón, estas conexiones nerviosas no vuelven a estar conectadas por un período prolongado de tiempo, mientras tanto, el corazón trasplantado es capaz de funcionar en su nuevo huésped sólo a través de la capacidad de su red intrínseca intacta, su sistema nervioso (Murphy, et al, 2000)

El campo magnético del corazón:
La investigación también ha revelado que el corazón le comunica la información al cerebro y a todo el cuerpo a través de la interacción de su campo electromagnético. El corazón es un cuerpo poderoso que genera un extenso y rítmico campo electromagnético. El componente magnético del corazón es aproximadamente 500 veces más fuerte que el campo magnético del cerebro y puede ser detectado a varios pies de distancia del cuerpo. Se descubrió que en este campo, el corazón actúa como una onda portadora de información que proporciona una señal de sincronización mundial para todo el cuerpo (McCraty, Bradley y Tomasino, 2004)
Interacciones entre los individuos corazón de campo
En la actualidad existe evidencia de que un sutil pero influyente electromagnétismo o
«Energético» sistema de comunicación opera justo debajo de nuestra conciencia.
Interacciones energéticas probablemente contribuyen al "magnétismo" o lugares de interés con las repulsiones y atracciones que se producen entre los individuos, y también afectando a las relaciones sociales. 
También se encontró que las ondas cerebrales de una persona se puede sincronizar con otro persona a través del corazón y su campo electromagnético (McCraty, 2004).
Comunicación a través de las hormonas: el corazón como una glándula hormonal
Otro componente del sistema de comunicación del corazón-cerebro es proporcionada por los investigadores que estudian el sistema hormonal. El corazón se reclasificado como una glándula endocrina cuando, en 1983, una hormona producida por el corazón, llamada factor natriurético atrial (ANF) fue aislado. Este hormona ejerce su efecto sobre los vasos sanguíneos, los riñones, las glándulas suprarrenales las glándulas, y en un gran número de regiones reguladoras en el cerebro. También fue encontrado que el corazón contiene un tipo de células conocidas como 'adrenérgicos cardíaca intrínseca''
(ICA). Las células liberan neurotransmisores como la noradrenalina y la dopamina, una vez se pensó que se produce sólo por las neuronas en el SNC. Más recientemente, se descubrió que el corazón también segrega oxitocina, conocida comúnmente como la hormona del "Amor" o de la unión hormonal. Además de sus funciones en el parto y la lactancia. La evidencia reciente indica que esta hormona también está involucrada en la cognición, la tolerancia, la adaptación, la compleja conducta sexual y materna, el aprendizaje social las señales y el establecimiento de vínculos de pareja duradera. Las concentraciones de oxitocina en el corazón se encontró que suelen ser tan altas como las que se encuentran en el cerebro (Cantin y Genest, , 1986).
El aumento de la coherencia psicofisiológica
Los datos indican que cuando los patrones del ritmo cardíaco son coherentes con los nervios, la información que se envía al cerebro facilita la función cortical. Este efecto de experiencia se toma como de claridad mental, mayor, mejor toma de decisiones y aumento de la creatividad. Además, la entrada coherente desde el corazón tiende a facilitar la experiencia de los estados de ánimo positivos. Esto puede explicar por qué la mayoría de la gente asocia al amor y otros sentimientos positivos con el corazón y por qué muchas personas sienten o perciben las emociones en el área del corazón. Por lo tanto, el corazón parece estar íntimamente involucrado en la generación de aspectos psicofisiológicos la coherencia (Tille et al, 1996, y McCraty, 2000).
El corazón y la amígdala
La investigación ha demostrado que el corazón da señales neurológicas aferentes directamente que afectan a la actividad en los núcleos de la amígdala y asociados, una importante centro de procesamiento emocional en el cerebro. La amígdala es el centro clave del cerebro de coordenadas del comportamiento, inmunológicos y las respuestas neuroendocrinas ante las amenazas ambientales. Se compara con las señales emocionales de entrada almacenados, recuerdos emocionales, y por lo tanto toma decisiones instantáneas sobre la nivel de amenaza percibida. Debido a sus amplias conexiones con el sistema límbico, que es capaz de hacerse cargo de las vías nerviosas, la activación de la sistema nervioso autónomo y la respuesta emocional ante los centros superiores del cerebro reciben la información sensorial (Rein, McCraty y Atkinson, 1995 y McCraty et al, 1995).
El corazón y la intuición
Una de las conclusiones de investigación muy interesante ha sido que el corazón está involucrado en el procesamiento y decodificación de la información intuitiva (McCraty, Atkinson y Bradley, 2004). Los datos anteriores sugieren que el campo del corazón estaba directamente involucrado en la percepción intuitiva, a través de su acoplamiento a un campo de información energética fuera de los límites de espacio y tiempo (Childre y McCraty, 2001). El uso de un riguroso diseño experimental, no había evidencia de que tanto el corazón y el cerebro recibir y responder a la información sobre un evento futuro antes del evento en realidad sucede. Aún más sorprendente fue que el corazón parece recibir esta información intuitiva antes que el cerebro (McCraty, Atkinson y Bradley, 2004).
Discusión
Desde hace tiempo se pensaba que la conciencia se origina solo en el cerebro. 
Recientes estudios científicos sugieren que la conciencia surge del cerebro y del cuerpo actuando juntos (Popper y Eccles, 2000). Como se ha demostrado, un creciente cuerpo de evidencias sugiere que el corazón tiene un especial papel e importante en este proceso. Los resultados anteriores indican que el corazón está lejos más que una simple bomba. De hecho, se ve ahora como una gran complejidad, la autorganización de la información del centro de procesamiento con su propia funcional de "cerebro" que se comunica con (incluyendo a las influencias) el cerebro propiamente dicho, a través del sistema nervioso, sistema hormonal y otras vías. La participación del corazón en las funciones intuitivas es otra interesante pieza de información. Sin embargo, como las personas con corazones trasplantados pueden funcionar normalmente, el corazón puede ser considerado aquí como un medio o herramienta, para un sistema de integración subyacente más sofisticado que la capacidad para llevar a la identidad personal del individuo. Estas nuevas visiones podría dar una mejor comprensión del concepto de la mente como una unidad multi-componente que no sólo es la interacción con el medio físico a través demostrable medios, sino que también tiene la capacidad de comunicarse con el universo cósmico a través de vías no-físicos (Lorimer, 2001). Esto da lugar al concepto del espíritu como el elemento no-físico, o en el campo, de la mente que puede comunicarse con el cosmos fuera de las restricciones de espacio y tiempo. La pruebas para la comunicación, proviene de los fenómenos reportados de extra percepción sensorial (telepatía, la precognición y la clarividencia), psico-kinesis, la sanación psíquica y experiencias religiosas (Radin, 1997 y Henry, 2005).
Posiblemente el avance más en la física cuántica puede que algún día nos den una mayor comprensión de cómo podemos formular este nuevo modelo del corazón, la mente y el espíritu.

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